Lo primero de todo, es recomendable acudir a un barbero para que nos pueda orientar y aconsejar sobre lo que más nos puede convenir según las características de nuestra cara, rasgos, etc. y también porque nadie como ellos con más experiencia para darnos pequeños consejos. Después, para todos los que prefieran hacerlo en su casa por su cuenta -lo más económico-, no creo necesario tener que usar una maquinilla para el proceso, aunque hay gente que utiliza dos. En mi opinión a día de hoy hay productos suficientemente buenos como para cubrir todas las necesidades que pueda necesitar un hombre para lograr una barba cuidada y limpia.
Para la barba completa el proceso de darle forma es muy sencillo. Una vez nos hemos dejado crecer la barba, elegimos un cabezal de nuestra maquinilla con el largo que deseemos que tenga nuestra barba y dejamos todo de forma uniforme. Después hay que repasar los pómulos, patillas y sobre todo el cuello, ya que en la parte inferior de éste suelen salir pelos dispares que rompen la uniformidad general de la barba. Una vez repasadas las zonas más conflictivas, recomiendo incluso afeitarse con cuchilla para un mayor apurado y duración, pero eso ya depende de las ganas y gustos de cada cual.
Los diversos cabezales con los que cuentan las maquinillas nos permiten realzar diversas zonas de la barba -patillas, perillas, bigote,...- con las que ir variando la forma de nuestra barba hasta encontrar aquella con la que nos identifiquemos. El último paso debería su peinado y acicalamiento. Recordar que es importante repasar todo este proceso por lo menos una vez a la semana, ya que transcurrido ese tiempo todo el trabajo realizado se perderá por el natural crecimiento del vello facial.
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