martes, 31 de diciembre de 2013

Evolución historia de Barba y Música



La barba y la música han idos siempre de la mano, desde tiempos inmemoriales, tanto es así, que cuando aún no se sabía lo que era la música, si que se tenia constancia del vello facial.
En esta nueva entrada analizaremos desde un punto de vista evolutivo, como han ido caminando de la mano estas dos grandes amigas.

Empezamos por el principio, la prehistoria. Tanto la barba como la música, está ligadas al hombre, entonces debemos empezar por el cuando y el dónde se conocieron. Es difícil describir exactamente donde y cuando se conocieron, pero lo que si podemos decir es que fueron esos hombres y mujeres cavernícolas los que a base de golpear una piedra o un palo contra una superficie y con un ritmo marcado, acabaron creando la música tal y como la podemos conocer hoy en día. Esos hombres y algunas de las mujeres, lucían una barba espectacular que podía dejarnos a todos patidifusos.

Avanzando en nuestro camino, nos topamos con la Antigua Roma, en la que la barba estaba ya no tan descuidada como antaño, pero de la que se podía mofar la gente que la viese, ya que utilizaban peinados estrafalarios. En cuanto a la música decir, que en esta antigua civilización se utilizaba para animar las fiestas y bacanales que organizaban, estos músicos pagados a sueldo se consideraban virtuosos y como no, se les permitía llevar toda la barba que quisieran.

En la Edad Media la cosa cambia, la música se convierte en un medio para llegar al señor, esta medida está impuesta por los sacerdotes que ven en las letras de los juglares ámbitos paganos que no pueden consentir. Sabiendo esto, añadimos que la barba por aquel entonces se reservaba a los clérigos con altos cargos, los cuales podían acudir a un barbero, pero sin embargo no eran los únicos, pues hemos visto en muchas imágenes a trovadores con largas perillas que llegaban a enredarse en sus laudes.

En la Edad moderna la barba en la música no se veía como tal. Empezó a crearse ese tabú de barba-sucio y dejó de estilarse. De aquí queremos señalar a los grandes interpretes de música clásica que no han querido tener ni un ápice de vello, veasé; Mozart, Beethoven, Haydn... en esta época se estilaban si acaso, unas patillas bien pobladas y de un color blanco igual que el tocado que llevaban.
Uno de los únicos compisotores que encontramos es Brahms.



Con el paso de edad, en la contemporánea, advertimos un cambio en la mentalidad de la sociedad en cuanto a la barba, y una grandísima evolución de las técnicas e instrumentos, lo que hace que la música se diversifique en diferentes estilos y encontremos la barba ligada solamente a alguno de ellos como el rock, o en menor medida el reggae.

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